Como se muestra en la figura, todo parte de un marco de referencia que normalmente utilizamos para interpretar la realidad. Estos marcos de referencia siempre están presentes. Su forma más común es a través de los llamados "Modelos Mentales" (Senge, 1990). Un modelo mental no es otra cosa que nuestros supuestos y creencias profundas acerca de cómo funciona el mundo y cómo guiar nuestras acciones. El consultor o profesional que trata de mejorar de manera intencional su práctica, debería tener mucha claridad en estos supuestos, y de ser posible, asociarlos con una corriente de pensamiento, que sería la forma más clara o sofisticada de estos marcos de referencia. Por ejemplo, cada vez que estudio algún fenómeno asociado con la tecnología, uso frecuentemente como referencia la "Teoría Institucional" como marco de referencia. Esta teoría (al igual que cualquier otra teoría o mis modelos mentales) organiza mi lectura del fenómeno, y me guía en la selección de información relevante.
Normalmente, en el proceso asociado con la solución de un problema o la descripción o análisis de un fenómeno en el mundo, seleccionamos también un método para actuar. El método normalmente incluye una serie de instrumentos de observación (encuestas, entrevistas, talleres grupales, etc.), y una serie de formas para analizar las observaciones.
Para Checkland, por ejemplo, el método de trabajo de preferencia es la investigación acción , que consiste en una serie de ciclos de acción y reflexión en el proceso de solución de problemas.
Finalmente, se tiene también en mente un problema específico o área de interés. Esta área, en el caso de las tecnologías de información podría ser la seguridad informática, algún sistema de soporte a las decisiones, la integración de información en un proceso, etc.
Al final, el diagrama sugiere que el profesional reflexivo debería de estar aprendiendo sobre los tres componentes. Inicialmente, necesariamente aprende algo sobre el área de interés. En segundo lugar, enriquece su modelo mental o marco de referencia. Finalmente, aprende más sobre el uso del método... Esto por supuesto no sucede forma automática, sino que se da a través de la reflexión sistemática y organizada sobre la práctica y la sistematización y documentación de la acción.
En entradas posteriores les seguiré comentando al respecto. Suerte!!!
Referencias:
Checkland, P., & Holwell, S. (1998). Information, Systems, and Information Systems. Wiley.
Senge, P. (1990). The Fifth Discipline: The Art & Practice of the Learning Organization. Doubleday.
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